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EPIFANIA ANTE LOS REYES MAGOS

 

Epifanía significa "manifestación": Jesús se da a conocer. Aunque Jesús se dio a conocer en diferentes momentos a diferentes personas, la Iglesia celebra como epifanías tres eventos: su Epifanía ante los Reyes Magos, que es la más celebrada, su Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán y su Epifanía a sus discípulos y comienzo de su vida pública con el milagro en Caná.

 La celebración en la Navidad gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

 El relato en el Evangelio de Mateo sobre la visita de los Reyes Magos es así: Cuando Jesús nació en Belén de Judea en los días del rey Herodes, he aquí que vinieron sabios del oriente a Jerusalén… Cuando vieron la estrella, se regocijaron con gran alegría. Y cuando entraron en la casa, vieron al niño pequeño con María su madre y se postraron y le adoraron; y cuando abrieron sus tesoros, le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.

 De acuerdo con la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento del hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios: Melchor, Gaspar y Baltazar.

 Aunque bien intencionados, su visita despierta la desconfianza de Herodes  pues veía al nuevo Mesías como un rival. A pesar de ser anciano y de haber reinado ya más de treinta años, el rey les ruega que averigüen el sitio preciso del nacimiento del Niño con el fin de poder, así, acabar con su potencial competidor. Los sabios, que no sospechan la intención, encuentran al Niño lo adoran y obsequian pero un ángel les previene de modo que no regresan donde él que colérico manda a matar a todos los niños menores de dos años si bien para entonces, José ya había sido avisado en sueños de que debía huir a Egipto con María y el Niño.

Tras la localización por parte de Santa Elena de los posibles restos de los RR MM, los trasladó a Constantinopla, luego fueron llevados a la catedral de Milán y en 1164 a Colonia donde permanecen hasta nuestros días.