CELEBRACION DE LA PASCUA
El misterio de la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo no tendría sentido si no desembocara en la Resurrección. El misterio redentor que nos envuelve y aboca a todo el género humano, tiene sus efectos reales en el mundo, ya y ahora, pues no se trata sólo de celebrar la Pascua como acontecimiento histórico de hechos pasados que tuvieron sus consecuencias entonces y ahora, sino que sus efectos redentores hoy son nuevos porque acontecen en cada uno de nosotros de forma nueva. Y es algo experiencial, de manera que todos podemos tener acceso a este misterio si nos dejamos deslumbrar por la luz del cirio pascual que durante cincuenta días alumbrará en el monasterio.
La comunidad se renueva y vivifica en la Vigilia Pascual que hemos celebrado para dar comienzo al tiempo de Pascua. Morimos al pecado que destruye la relación con Dios, con los hermanos y con nosotros mismos, pues perdemos nuestra referencia que es Dios. La búsqueda en esa pérdida de orientación da fin porque hemos encontrado, como sin querer, a nuestro Dios, a nuestra brújula y nuestro destino, pasando por nuestras Vida y dándole un nuevo sentido.
No dejemos que nuestra se vea oscurecida por nuestro mirar hacia otro lado. No dejemos de mirar a Dios.